Creo que también es saludable tener un rincón para desahogarnos. Ese grito liberador, que limpia todos los bloqueos, que nos permite respirar después mejor, ese que nos agota definitivamente y después descansamos que mañana será otro día.
El nombre de la sección es en homenaje a un paraje increible que he conocido hace poco en Asturias, cuando pueda desacargarme las imagenes os lo enseño. Y el cuadro que adorna esta nota es un cuadro de Eduard Munch, viene al pelo porque se llama "el grito", cuando lo conocí me dejó impresionada, por el dolor y el agobio que trasmite.
Literalmente una de cal y otra de arena...... seguimos cibernauteando.....
Cada vez me sorprendes y aprendo cosas de ti, me gustas como escribes y lo que dices. Tendras que ponerte las pilas y escribir para Culmanarre.
ResponderEliminarPues me quedo con la sonrisa, aunque hay veces que no hay que quedarse solo para gritar, desahogarte como mejor puedas [gritando, llorando, pegando al almohadón (nunca a nadie) o de cualquier otra forma].
ResponderEliminarSiempre he dicho que las alegrías compartidas son dobles alegrías, y que las penas compartidas son menos penas ¿no? Pues eso, compartamos TODO con los que nos quieren y que aunque no estén a nuestro lado siempre podemos mirar al cielo y sentir a esa persona en el pulular de una estrella...
Good Morning! ya he podido cerrar la boca pero todavia tengo que sujetar la cabeza
ResponderEliminar