martes, 11 de agosto de 2009

Acabo de tirarme el rollo sobre la sonrisa, sobre las buenas vibraciones para tener una vida más o menos razonable. Y ahora, pensareis que me he vuelto loca, pues no.

Creo que también es saludable tener un rincón para desahogarnos. Ese grito liberador, que limpia todos los bloqueos, que nos permite respirar después mejor, ese que nos agota definitivamente y después descansamos que mañana será otro día.

El nombre de la sección es en homenaje a un paraje increible que he conocido hace poco en Asturias, cuando pueda desacargarme las imagenes os lo enseño. Y el cuadro que adorna esta nota es un cuadro de Eduard Munch, viene al pelo porque se llama "el grito", cuando lo conocí me dejó impresionada, por el dolor y el agobio que trasmite.
Literalmente una de cal y otra de arena...... seguimos cibernauteando.....


3 comentarios:

  1. Cada vez me sorprendes y aprendo cosas de ti, me gustas como escribes y lo que dices. Tendras que ponerte las pilas y escribir para Culmanarre.

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  2. Pues me quedo con la sonrisa, aunque hay veces que no hay que quedarse solo para gritar, desahogarte como mejor puedas [gritando, llorando, pegando al almohadón (nunca a nadie) o de cualquier otra forma].

    Siempre he dicho que las alegrías compartidas son dobles alegrías, y que las penas compartidas son menos penas ¿no? Pues eso, compartamos TODO con los que nos quieren y que aunque no estén a nuestro lado siempre podemos mirar al cielo y sentir a esa persona en el pulular de una estrella...

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  3. Good Morning! ya he podido cerrar la boca pero todavia tengo que sujetar la cabeza

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